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Introducción
La vitamina D es un nutriente esencial conocido principalmente por su papel en la salud ósea, pero su impacto en múltiples sistemas del organismo ha sido subestimado. Este artículo revisa la evidencia más reciente sobre los beneficios de la vitamina D y argumenta que las guías actuales de suplementación están desactualizadas, centradas exclusivamente en la prevención del raquitismo y osteoporosis, ignorando su papel crucial en la inmunidad, salud cardiovascular, enfermedades metabólicas, cáncer y trastornos neurodegenerativo.

Los niveles sanguíneos recomendados de *25-hidroxivitamina D [25(OH)D]* en la población general (<20 ng/mL según algunas guías) son insuficientes para garantizar una protección óptima contra diversas enfermedades. Se propone una actualización de los valores de referencia según necesidades individuales y condiciones médicas específicas.

La Deficiencia de Vitamina D: Un Problema Global
La insuficiencia de vitamina D es un problema de salud pública mundial. Se estima que:
– *45% de la población global tiene niveles bajos de vitamina D (<20 ng/mL)*
– En Estados Unidos, *25% de la población y hasta 60% en Europa Central* presentan deficiencia grave.

Las tasas de mortalidad aumentan en invierno, lo que sugiere que el déficit de vitamina D contribuye a la mayor incidencia de enfermedades infecciosas y cardiovasculares en esta época del año.

¿Por Qué las Guías Actuales Son Insuficientes?
Las guías tradicionales, como las del Instituto de Medicina (IOM) y la Endocrine Society (2024), *no reflejan los beneficios extrasqueléticos* de la vitamina D. Se basan en ensayos clínicos aleatorizados (RCTs) que han fallado en demostrar efectos significativos debido a errores metodológicos, como:
– Uso de dosis inadecuadas (600-800 UI/día).
– Inclusión de participantes con niveles ya adecuados de 25(OH)D.
– Falta de ajustes en la suplementación según las necesidades individuales.

En contraste, estudios observacionales y meta-análisis muestran que niveles *>30 ng/mL* reducen significativamente el riesgo de diversas enfermedades.

Evidencia Científica: Beneficios Más Allá de los Huesos
1. Salud Cardiovascular
– Niveles bajos de vitamina D (<20 ng/mL) aumentan un *71% el riesgo de mortalidad cardiovascular.
– Suplementación con 2000-4000 UI/día reduce eventos cardiovasculares en personas con enfermedad preexistente.
– Se recomienda mantener niveles entre *40-70 ng/mL* para una protección óptima.

2. Cáncer
– Estudios epidemiológicos y meta-análisis sugieren que niveles *≥ 40 ng/mL reducen el riesgo de cáncer en un 30-50%*.
– Efectos beneficiosos en cáncer de mama, colon y próstata.
– Mecanismos: reducción de la inflamación, modulación del sistema inmune y control del crecimiento celular.

3. Enfermedades Neurodegenerativas
– Niveles bajos de vitamina D están relacionados con un *aumento del riesgo de Alzheimer y demencia*.
– Estudios de cohorte indican que mantener niveles *≥ 40 ng/mL podría reducir en un 50% la progresión de enfermedades neurodegenerativas*.

4. Sistema Inmunológico y COVID-19*
– Estudios demostraron que niveles *<20 ng/mL* aumentan el riesgo de infecciones respiratorias y COVID-19 grave.
– La suplementación con 5000 UI/día mostró beneficios en la prevención de infecciones virales y reducción de hospitalización en pacientes con COVID-19.

5. Diabetes y Enfermedades Metabólicas
– Niveles óptimos de vitamina D *mejoran la sensibilidad a la insulina y reducen el riesgo de diabetes tipo 2 en un 50%*.
– Un ensayo clínico encontró que *suplementar 4000 UI/día redujo la progresión de prediabetes a diabetes en un 71%*.

6. Embarazo y Desarrollo Infantil
– Niveles bajos en mujeres embarazadas están asociados con *mayor riesgo de preeclampsia, diabetes gestacional y parto prematuro*.
– Suplementación con *4000-6000 UI/día reduce significativamente complicaciones en el embarazo*.

Recomendaciones Actualizadas para la Suplementación
Basado en la evidencia revisada, los autores proponen las siguientes recomendaciones:
– *Población general: ≥ **30 ng/mL* de 25(OH)D para reducir riesgo de enfermedades.
– *Personas con enfermedades crónicas (diabetes, hipertensión, cáncer, enfermedades autoinmunes): **40-70 ng/mL* para una protección óptima.
– Dosis recomendadas:
– *2000 UI/día* para mantenimiento en personas sanas.
– *4000-6000 UI/día* para alcanzar niveles óptimos en personas con deficiencia o factores de riesgo.
– *Monitoreo periódico* de 25(OH)D en poblaciones de riesgo.

Conclusión
La vitamina D no es solo un nutriente esencial para la salud ósea, sino un *regulador clave en múltiples procesos fisiológicos. Las recomendaciones actuales deben actualizarse para reflejar la evidencia científica más reciente. Mantener niveles adecuados de 25(OH)D no solo previene enfermedades, sino que puede **reducir la mortalidad y mejorar la calidad de vida*.

La implementación de estas nuevas guías podría reducir *millones de muertes evitables y mejorar significativamente la salud pública*. Hay una rotunda relación entre los niveles de vitamina D requeridos y la inflamación sistémica de bajo grado, que actúa como un elemento que dificulta mantener niveles óptimos de esta “vita hormona”. Hay mas de un 90% de la población mundial con este tipo de inflamación, siendo lógico y racional estudiar la misma y lograr controlarla dado el impacto de esta en múltiples patologias desde el, Cancer hasta la enfermedad cardiovascular.     Recomiendo que la suplementación con Vitamina D se haga siempre de forma personalizada, y de ser posible junto a los niveles que se requiera de Vitamina K 2, a la ingesta de al menos 2 litros de agua y a la realización de ejercicio físico. Dr Cubrias

  • Otras referencias: Referencias Clave
    Grant, W.B., et al. (2025). Vitamin D: Evidence-Based Health Benefits and Recommendations for Population Guidelines. Nutrients, 17(2), 277.Holick, M.F. (2024). Revisiting Vitamin D Guidelines: A Critical Appraisal of the Literature. Endocr Pract.Pludowski, P., et al. (2024). Vitamin D Supplementation: A Review of the Evidence Arguing for a Daily Dose of 2000 International Units (50 mcg) of Vitamin D for Adults in the General Population. Nutrients, 16(2), 391.